Nunca es tarde para aprender
porque la vida nunca termina de enseñar
La Formación, tal como se entiende comúnmente, comienza en nuestra infancia y termina, para una gran mayoría, en nuestra adolescencia o, como mucho, en nuestra juventud.
Sin embargo, la Formación, tomada como el continuo aprendizaje y perfeccionamiento de conocimientos, no debería separarse de nosotros a lo largo de nuestra vida.
Formarse no es sólo cursar una carrera universitaria o realizar cursillos profesionales. Dependiendo de nuestras posibilidades, de nuestro tiempo y/o de nuestras expectativas, la formación puede ser un hábito que cultivemos cada día.
Leer nuevos libros, escribir las historias que llevamos dentro, aprender a hacerlo con una metodología, con una técnica. Apoyarnos en las nuevas tecnologías para realizarlo de una manera más cómoda y más productiva.
En Grano de arena podemos ayudarte a conseguirlo. Tan sólo hace falta tu ilusión y nuestro compromiso.